jueves, 5 de octubre de 2017

EUMIG. EL ABRUPTO FINAL DE UNA MARCA A LA QUE LE TENGO CARIÑO

Como mi esposa me obliga a trasladar mis proyectores Eumig de casa al trabajo, pues necesitamos espacio para libros, y en IB Cinema hay sitio suficiente, con motivo de la mudanza aprovecho para escribir unas líneas sobre esta mítica marca que, en España, fue la líder en el mercado de los proyectores sonoros (de hecho, en la época de Franco, España era para Eumig el segundo mercado en importancia, inmediatamente después de Alemania ¡y por encima de los Estados Unidos o Gran Bretaña!
BANCARROTA
Antes del colapso del súper-8, en 1983, una de las primeras firmas del sector que se fue a la quiebra fue la mítica Eumig, marca a la que le tengo mucha estima pues, estando en la universidad, mi primer proyector "bueno" fue precisamente un Eumig, nada menos que el modelo cumbre, el 940 Multiprocessor, con su alucinante contador digital de fotogramas de gran tamaño, gran calidad de sonido y vúmetro de LED, comprado en mi establecimiento favorito de la Ciudad Condal, Casa Arpí, en las Ramblas (en contra del consejo del recordado señor Noia, el encargado para temas de Súper-8, que me recomendaba otra marca).
Le dí mucho trote a aquel 940, que todavía conservo, pues lo empleé, por ejemplo, para proyectar multitud de películas tanto en mi Colegio Mayor, el Sant Jordi, como en otros.
Pronto descubriría, sin embargo, que para sonorizar no era el más adecuado, pero esa es una historia para otro día. 
POLAROID FUE LA CULPABLE
Eumig era, a finales de los años setenta, la primera empresa privada de Austria. Cuando Polaroid la contrató para fabricar sus cámaras y proyectores Polavisión, de cine con revelado instantáneo, los ejecutivos de Eumig no sabían que estaban firmando su sentencia de muerte. 
El vídeo estaba a la vuelta de la esquina, y el sistema Polavisión, para cuya fabricación Eumig había dedicado a su mano de obra mas experta, fue un fiasco total. Mientras tanto, Eumig había contratado a ¡¡¡ex mineros!!! para manufacturar sus propios propios productos, con el resultado, insostenible, de que dos de cada tres cámaras y proyectores producidos eran retornados a fábrica por deficiencias en el montaje. 
Eumig también había entrado en el mercado de pletinas de cassette de alta calidad (¡las uso todavía!), otro mercado que también colapsaría debido a la irrupción del nefasto "compact disc". En 1981, sin liquidez, Eumig se vió abocado a cerrar sus instalaciones que, unos pocos años antes, en 1979, ¡habían llegado a emplear a 7.000 trabajadores! 

3 comentarios:

  1. hola,amigazo soy de argentina.quiero comprar un eumig 926 stereo pero estoy con la duda,me dicen que tienen problemas estos proyectores en sus discos de goma,donde se encuentran esos disco? que pasa si estan gastados,hay alguna forma de cambiarlos?
    saludos.

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  2. Los discos no se gastan, solamente se endurecen y patinan, se los puede volver a la vida pasandole un abrasivo como hacian en la misma fabrica...fabrica que he visitado.

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  3. De cualquier manera aconsejo la linea Matk s, EL 807, 802, 810 Y otros varios, lejos los mejores , principalmente por tener los carretes separados y lo mas importante disponen de rodillo frontal en vez de resorte.
    Lejos uno de los mejores productores del mundo, lamentablemente cuando visite sus instalaciones ya estaba en el final de su vida...

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